Ahora
que hemos empezado el año, ahora que estamos acabando con los mensajes de
felicitación, es el momento de ponerse en marcha.
Empezar
un nuevo año, un nuevo ciclo. Ahora que lo digo, ¿por qué un nuevo ciclo
precisamente el uno de enero? ¿por qué
en este día y no en otro? ¿por qué nos señalamos días concretos?
La
vida en sí, es una continuación, día a día. Cuando empieza un ciclo y empieza
otro, nos lo tenemos que marcar nosotros. Empecemos con una nueva idea, una
nueva ilusión, todos los días.
¿Tenemos
que empezar el uno de enero con las intenciones del nuevo año? Empecemos hoy
aprendiendo inglés, nos apuntaremos mañana al gimnasio, prepararemos un viaje…
tópicos típicos.
Lo
importante no es si este año será mejor que el pasado o no, si mejorará algo o
no. Los que debemos cambiar somos nosotros, somos los que tenemos que intentar
que este sea nuestro año, el que nos ilusione los proyectos que tenemos que
sacar adelante.
Este
tiene que ser el año en el que encontremos ese tiempo necesario para ese café
pendiente, para leer ese libro que tenemos sobre la mesita de noche, para ir al
cine, para pasear de noche, para que nos reciten unos versos al oído, para
compartir mesa con un buen vino y un par de copas.
Empecemos
ahora a ser más felices y a compartir esa felicidad con todos a nuestro
alrededor. El futuro empieza aquí y ahora.
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