Un día te
levantas y piensas que se te ha pasado media vida.
Domingo por la
mañana y estás sentado en el sofá, viendo algo sin interés en la televisión y
dando de desayunar a tus niñas. Atrás quedaron los días en los que quedabas
para jugar al baloncesto con los amigos o te dabas una vuelta por el barrio.
Adiós al grupo
de amigos, a las salidas de fin de semana, a las noches de cine de estreno.
Todo cambia. No has llegado a los cuarenta y piensas todo lo que te has dejado
sin vivir y todo lo que te queda sin hacer.
Creo que me llegó la crisis de los 40 algunos años antes de cumplirlos. De eso ya han pasado 4 años y aunque sigo pensando que me queda mucho por hacer, me he propuesto hacerlas.
Ya planté un árbol hace muchos años, tuve 2 niñas y me quedaba escribir un libro. Estoy en ello. No se cuando lo terminaré ni lo que saldrá de él, pero me he decidido a hacerlo.
Lo demás que quede, poco a poco.
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