jueves, 16 de junio de 2016

Novela. Ficción. "Cosa, hecho o suceso fingido o inventado, que es producto de la imaginación."

Esta vez, sin que sirva de precedente, he querido en el título de la entrada al blog, utilizar una definición. Me pareció acertada.

CAPITULO ...

Salieron de aquel mesón donde había estado comiendo. Una botella de vino había sido el hilo conductor de la sobremesa. Algunos platos al centro compartidos para picar algo. Habían estado hablando de nada importante. De cómo había pasado el tiempo, cómo había cambiado la ciudad. Nada importante.

Eligieron aquel local al que Pablo tanto frecuentaba. Era un cliente habitual, y como tal, le atendían. Le servían siempre el mismo vino, le ofrecían las sugerencias del día y llegaban, soltaban los platos y desaparecían. Sabían que con frecuencia, le gustaba estar sin mucha conversación. Y cuando llegaba acompañado, sabían que no le gustaba mucho las interrupciones. Aún así, los empleados, siempre estaban atentos a la mínima llamada para aparecer y atender sus solicitudes.

Permanecieron en aquel local hasta quedar solos. Los demás comensales habían ido pagando sus cuentas y saliendo. Eran casi las cinco de la tarde, cuando se levantaron y se encaminaron hasta la calle.

Paseaban cuando Laura paró se giró hacia él y le preguntó:
-         
        - ¿Por qué, de repente, desconectaste de todos?
-           - ¿Desconecté? A qué te refieres – contestó Pablo.
-        - Desconectar, prácticamente desaparecer. Dejaste de ir a los sitios de siempre, dejaste de quedar con la pandilla. No llamabas, no acudías … Eso es a lo que me refiero.

Laura lo miraba fijamente, seria. Esperando una explicación.  Pablo dibujó media sonrisa, se quedó durante un instante callado, como si estuviera meditando una buena respuesta o una buena excusa. Y comenzó a andar.

Ella siguió sus pasos, esperando.
-         
       - ¿No me vas a contestar? – Le inquirió de nuevo.
-           - No sé qué decirte –contestó al fin – No sé qué quieres que te conteste.
-          - No es lo que yo quiero, sólo quiero que me des una explicación – Laura parecía más seria aún, entendía que Pablo le intentaba dar esquinazo a sus preguntas.
-          - No hay mucho que decir. Llega un momento en que quizás uno no acabe de encontrar un motivo para seguir con algo, o para no seguir. Simplemente puede dejar de interesarte una situación. Si algo, simplemente, te resta un ápice de energía, si no te presta nada a cambio, sigues otro camino. No puedes obtener resultados distintos haciendo las mismas cosas. Simplemente eso.

Pablo terminó de hablar, la miró por un instante, se encogió de hombros y siguió paseando.

Laura tardó unos instantes en reanudar la marcha, intentando analizar sus palabras, queriendo dar algún sentido a todo lo que le había dicho. En realidad no la había dejado muy satisfecha. Entendía que le había dicho mucho, sin decir nada.
-            
          - ¿Esa es tu respuesta? – No quería quedarse con esa respuesta, quería algo más.
-          - No tengo otra – Le contestó Pablo – No recuerdo haber tenido otra en ese momento. Además, hace ya bastante de eso.
-             - Si, hace bastante, pero entonces, tampoco diste ninguna explicación.
-          - No recuerdo que la pidieras. No se por qué ahora la necesitas. – Esta vez había sido Pablo el que había parado para mirarle a los ojos y hablarle.

Laura, paró, lo miró unos instantes y siguió andando. Había cambiado la dirección de la conversación y ahora era ella la que no estaba cómoda. Le había parecido un reproche en toda regla. Lo peor de todo es que quizás Pablo tenía razón. Ella podía haberlas pedido en aquel entonces. El orgullo, la vanidad o tal vez la excesiva timidez habían evitado que lo hiciera. Ahora ya era tarde para averiguar el porqué. Y al parecer, también era tarde para saber qué había hecho para que Pablo se fuera despegando..

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