jueves, 16 de julio de 2015

KEDADA

Vaya por delante, que no soy de los que gustan mucho de las palabras que sustituyen las K por las Q, pero he de confesar que esta palabra casi que pega más así.

Hace unos días, tras algunas pequeñas conversaciones a través de facebook, quedé con una antigua compañera de EGB. No soy muy dado a esto de reuniones con antiguos compañeros, antiguos conocidos, antiguos… es más, hasta hace poco si me lo hubieran propuesto seguramente hubiera inventado alguna escusa lo suficientemente válida como para haberme ausentado a ella. Si me hubieran dicho que se había preparado una comida o algo parecido con antiguos compañeros, seguro que ese día me habría sido imposible ir.

Será la edad, pero es verdad que en este momento la cosa ha cambiado, no digo que haya buscado esto, ni siquiera he sido el impulsor, pero si que me he prestado a intentar que llegue a buen puerto esta KEDADA.

Creo recordar que no iba muy convencido aquel día, no sabía muy bien por qué, pero he de admitir que a los 10 segundos estaba muy cómodo. Era recordar unos años en los que uno se lo pasa muy bien, muchas anécdotas, algunas risas, en definitiva ponernos al día.

Supongo que cuando uno va cumpliendo años, debe pausar el ritmo. Estoy convencido de ello. Recordar los buenos momentos, recordar a los que a lo largo de la vida han compartido contigo las vivencias propias de la edad. Y los últimos años del colegio y lo siguientes son de los mejores. Pocas preocupaciones, nuevos descubrimientos, amistad en el amplio sentido de la palabra.

En estos tiempos que corren, en los que no nos preocupamos ni de cómo se llama el vecino, que no miramos a la cara a los que nos cruzamos por la calle, que no escuchamos lo que nos tienen que decir ese primo que hace tiempo que no ves, el camarero que te pone todos los días el café o ese abuelo que te cruzas todas las mañanas cuando vas al trabajo. Ahora que parece que todo vale, es cuando realmente (por lo menos yo) disfruto de esos pequeños detalles. Por eso ahora, al contrario que pudiera haber pensado hace poco, me apetece esa KEDADA.

No quiero decir, nunca he sido un iluso, que todos los que me vaya a encontrar, vayan a ser compañeros de viaje para siempre, ni mucho menos. Ni siquiera todos me caerán bien. Estoy seguro que no me acordaré de muchos. Pero recordaré unos años, unas anécdotas y mucho de lo que ocurrió hace tiempo y que probablemente haya olvidado.

Hace poco felicité a una amiga su cumpleaños. Me dijo que se alegraba y le contesté que soólo era un detalle, que no era para tanto. Me dijo: LOS PEQUEÑOS DETALLES SIEMPRE SON IMPORTANTES.


Pues eso.

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