Como diría El Barrio, He vuelto.
Tras un último mes en el que he estado más ocupado que de costumbre he pensado que
ha llegado el momento de volver a pasar por el blog.
Incluso me habían avisado “que no me
perdiera”, que aunque dedicara tiempo a la campaña, que por fin terminó, no me
olvidara de pasar por aquí.
Como verás, no me he perdido, he
sabido encontrar el camino.
En una campaña en la que sólo hay
dos candidatos y con un programa tan opuesto, se corre el riesgo de lo que al
final parece que nos vimos abocados a caer. En un constante sistema binario.
Blanco o negro, unos o ceros, conmigo o contra mí.
Después de una ardua tarea en los
dos últimos meses llega el final del trabajo, la calma tras la tormenta, el
descanso del guerrero. Volver a mi rutina, a recuperar sensaciones, a volver a
ponerme delante de la página en blanco y contar algo y esperar que guste al que
lo esté leyendo. Pasar página, descansar cuerpo y alma para emprender un nuevo
proyecto, una nueva idea, una nueva ilusión.
En el camino siempre dejamos
atrás algo de nosotros, ¿o somos nosotros los que quedamos atrás? Quizás no
podamos volver a recoger aquellos restos de nuestro ser que cayeron en el
fulgor de la batalla. Curemos nuestras heridas, pongamos ungüento en las
cicatrices y volvamos a creer. Creer en nosotros mismos, en lo que soñamos, en
lo que peleamos, en aquellos que lucharon junto a nosotros y recordemos a quien
en algún u otro momento han estado ahí. Uno puede ir en una u otra dirección,
pero al acabar el camino, cuando tranquilicemos nuestra alma debemos saber
escuchar a nuestro corazón, debemos recordar quienes fuimos, quienes
estuvieron, el camino que recorrimos. Y allí donde el paso se acorta y
encontramos un pequeño descanso donde pensar y recapacitar sepamos diferenciar
entre lo que buscamos y lo que encontramos.
Y aquellos que quedaron en la
salida y tomaron un sendero distinto al tuyo debes entender que al final de éste,
puedes volver a encontrarlos y junto a ellos seguir sumando juntos. Tener ideas
distintas y buscar un objetivo diferente no te hace de repente un desconocido.
Si algo tuviste en común, si algo te unía antes de comenzar el juego no puedes
olvidarlo por no haber usado el mismo camino.