viernes, 23 de octubre de 2015

DE VUELTA

Como diría El Barrio, He vuelto. Tras un último mes en el que he estado más ocupado que de costumbre he pensado que ha llegado el momento de volver a pasar por el blog.

Incluso me habían avisado “que no me perdiera”, que aunque dedicara tiempo a la campaña, que por fin terminó, no me olvidara de pasar por aquí.

Como verás, no me he perdido, he sabido encontrar el camino.

En una campaña en la que sólo hay dos candidatos y con un programa tan opuesto, se corre el riesgo de lo que al final parece que nos vimos abocados a caer. En un constante sistema binario. Blanco o negro, unos o ceros, conmigo o contra mí.

Después de una ardua tarea en los dos últimos meses llega el final del trabajo, la calma tras la tormenta, el descanso del guerrero. Volver a mi rutina, a recuperar sensaciones, a volver a ponerme delante de la página en blanco y contar algo y esperar que guste al que lo esté leyendo. Pasar página, descansar cuerpo y alma para emprender un nuevo proyecto, una nueva idea, una nueva ilusión.

En el camino siempre dejamos atrás algo de nosotros, ¿o somos nosotros los que quedamos atrás? Quizás no podamos volver a recoger aquellos restos de nuestro ser que cayeron en el fulgor de la batalla. Curemos nuestras heridas, pongamos ungüento en las cicatrices y volvamos a creer. Creer en nosotros mismos, en lo que soñamos, en lo que peleamos, en aquellos que lucharon junto a nosotros y recordemos a quien en algún u otro momento han estado ahí. Uno puede ir en una u otra dirección, pero al acabar el camino, cuando tranquilicemos nuestra alma debemos saber escuchar a nuestro corazón, debemos recordar quienes fuimos, quienes estuvieron, el camino que recorrimos. Y allí donde el paso se acorta y encontramos un pequeño descanso donde pensar y recapacitar sepamos diferenciar entre lo que buscamos y lo que encontramos.


Y aquellos que quedaron en la salida y tomaron un sendero distinto al tuyo debes entender que al final de éste, puedes volver a encontrarlos y junto a ellos seguir sumando juntos. Tener ideas distintas y buscar un objetivo diferente no te hace de repente un desconocido. Si algo tuviste en común, si algo te unía antes de comenzar el juego no puedes olvidarlo por no haber usado el mismo camino.