Película estrenada en el año 2001, que trata sobre la vida del matemático John
Forbes Nash.
Pero no es en él en que el que quiero centrar esta entrada,
sino en esos personajes imaginarios que les acompaña durante su vida. Su
esquizofrenia les hace ver a un amigo y su pequeña hija (además de otros
personajes).
Una amiga me llamó la atención durante una conversación
sobre estos personajes, me dijo que metafóricamente son nuestros miedos, los
que nos acompañan durante nuestra vida, los que nos salvan de dar un paso en
falso, o en cambio, los que nos evitan disfrutar del momento. Los que no nos dejan mostrarnos tal y como somos, aventurarnos hacia aquello que está
delante nuestro y que nos frenan de ello.
La cuestión es, hasta donde permitimos que estos miedos nos
controlen, nos marquen el camino. Es nuestro cinturón de seguridad. Ellos nos
salvan muy a menudo de desviar nuestra línea recta. No dejarnos llevar por
nuestro afán de protagonismo, arrogancia o prepotencia. Nos ayudan a hacer lo que realmente
debemos hacer.
Pero quién es el que conoce realmente lo que debemos hacer, ¿debemos
hacerlo? Hay un pequeño paso entre hacer lo correcto o no tener el coraje de
cambiar nuestro destino.
Siempre hay una decisión que tomar en un momento dado, un
viaje a realizar, una declaración que hacer, un contrato que aceptar, una
sonrisa que mostrar. En todas estas decisiones que tomamos a lo largo de
nuestra vida, en todas ellas, están estos personajes. Los miedos.
¿Cómo controlar a estos personajes?, nuestro maravilloso Nash,
nos lo muestra en la película. Cuando los aceptas, sabes que estarán ahí, pero
sabes que realmente sólo existen dentro de tu mente es cuando consigues poner
en tu balanza los miedos, el respeto, el sentido común, la razón y el corazón.
La batalla de todos ellos nos acompañará siempre, depende de
nosotros el uso que demos de ellos, el caso que les hagamos y el resultado que nos
de de dicha ecuación.